Demasiado charco, ya lo dije. Un beso de consolación en la cara. Bastante humillante, por cierto. “Gracias por participar. Más suerte la próxima vez", vino a decirme más o menos. Siempre son ellas las que eligen, ¿verdad? Por lo menos esto ya se va pareciendo algo más a noviembre. Pues sí, ya he vuelto. Ya era hora.
Esta vez no ha habido tiempo de leer Mientras cenan con nosotros los amigos de Avelino.