sábado, 25 de septiembre de 2010

Para esta cáscara de nuez

Demasiado charco, ya lo dije. Un beso de consolación en la cara. Bastante humillante, por cierto. “Gracias por participar. Más suerte la próxima vez", vino a decirme más o menos. Siempre son ellas las que eligen, ¿verdad? Por lo menos esto ya se va pareciendo algo más a noviembre. Pues sí, ya he vuelto. Ya era hora.

Esta vez no ha habido tiempo de leer Mientras cenan con nosotros los amigos de Avelino.

jueves, 2 de septiembre de 2010

La inapelable levedad de la constancia // IIª parte

Agosto se desprende de esa extraña capa de noviembre con la que estaba revestido y agoniza entre asfixiantes aires de bochorno y tormentas rezagadas. Atrás queda ya ese extraño agosto, más que nada. No se ha parecido, ni por asomo, al estado de ánimo que solía ser noviembre. Tal vez me quede ya sin meses para sentir y desquitarme con el vicio de las letras. Así, aprovecho y me confieso, sin aspavientos, ni reparos, ni escrúpulos, ni consejos como uno más de esos reflejos de la inconstancia que atesoro para contradecirme a la carita que voy llegando a algo que nunca es nada.
Llegó  septiembre. Y he vuelto.
Cómo no iba a hacerlo.